Los antiácidos, como Tums, se pueden administrar a los perros para tratar los síntomas de la acidez estomacal, el reflujo ácido y las úlceras, y generalmente no son dañinos si se administran ocasionalmente. El uso regular a largo plazo puede dañar los riñones.
El reflujo ácido y la acidez estomacal son bastante comunes en los perros. Los síntomas incluyen regurgitación frecuente, pérdida de apetito y pérdida de peso. Los antiácidos, como Tums, pueden tratar episodios ocasionales de acidez estomacal. Para el reflujo ácido frecuente o crónico, los medicamentos, como Zantac, Pepcid AC y Tagamet, tienden a ser más efectivos. Pepto-Bismol también se puede administrar a perros que tienen episodios ocasionales de acidez estomacal o malestar estomacal con una dosis de 1 cucharadita por cada 20 libras de perro.