La acetona se considera una molécula polar porque contiene un desequilibrio de electrones. La acetona comparte algunas propiedades con las moléculas no polares, como ser soluble en agua.
Los enlaces no polares se forman cuando dos átomos comparten un número igual de electrones. Ejemplos de enlaces no polares incluyen grasas y aceites. Los enlaces no polares suelen ser hidrófobos o insolubles en agua. Los enlaces polares se forman a partir de una distribución desigual de electrones.
La acetona es una molécula hecha de carbono, hidrógeno y oxígeno. Es incoloro y altamente inflamable. A menudo se utiliza como disolvente para disolver otras sustancias como pintura, esmalte de uñas y pegamentos. La acetona es tóxica si se ingiere.