En las células eucariotas, la mayoría del ARN se produce dentro del núcleo. Allí se sintetizan varias formas de ARN, incluyendo ARN mensajero, ARN de transferencia y ARN ribosomal. Dos orgánulos, mitocondrias y cloroplastos, contienen su propio ADN y se reproducen de manera autónoma. Ambos orgánulos fabrican ribosomas junto con mensajeros y ARN de transferencia.
Los biólogos evolutivos piensan que el ARN precedió al ADN como material genético. Sin embargo, el ARN es menos estable químicamente que el ADN. Durante millones de años, el ADN suplantó al ARN como un depósito de información genética. Todas las formas de vida celular contienen genomas de ADN.
Sin embargo, los vestigios de este mundo dependiente de ARN sobreviven. Muchos virus, incluidos la gripe y el VIH, contienen genomas de ARN. Más importante aún, el ARN ribosomal cataliza la formación de enlaces peptídicos durante la síntesis de proteínas. La producción de proteínas sería imposible sin el ARN para llevar a cabo este paso vital.