Un argumento inductivo es un argumento con el que el argumentador desea aumentar la probabilidad de su conclusión. La fuerza de la conclusión depende de la fuerza de cada teoría que la respalde.
No existe un estándar de la industria para determinar un argumento inductivo exitoso; en cambio, el éxito o la fuerza varían ampliamente en un espectro. Un ejemplo de un argumento inductivo es: "Ella tiene el pelo brillante. Sonríe alegremente. Camina con gracia. Por lo tanto, es hermosa". Cada premisa es independiente de las otras para respaldar la conclusión y no fluyen de manera lógica. Un ejemplo más débil de un argumento inductivo es "Un testigo afirmó que Joe cometió el crimen. Entonces, Joe cometió el crimen".