El esqueleto de un recién nacido contiene alrededor de 300 partes separadas, según la BBC. Todos los huesos comienzan como cartílago y se convierten en hueso a través de un proceso conocido como osificación. Por lo general, este proceso todavía está en curso al nacer, por lo que un esqueleto infantil se compone de hueso y cartílago.
Durante la osificación, muchos huesos infantiles se fusionan para formar huesos más grandes o más largos. Al final del proceso, el cuerpo humano contiene un total de 206 huesos. El fémur, también conocido como el hueso del muslo, es el más largo con una longitud promedio de 20 pulgadas. Los huesos más pequeños se encuentran en el oído interno.