Dado que la lluvia puede estar expuesta a contaminantes en el aire o en el método de recolección, puede estar demasiado "sucia" para beber. El agua de lluvia generalmente no es adecuada para su uso como agua potable sin pruebas y posibles tratamientos.
La contaminación, como el hollín, el humo y el polvo, puede incorporarse al agua de lluvia a medida que cae a través de la atmósfera. En las áreas agrícolas, los residuos de fertilizantes en el aire pueden contribuir a una mayor concentración de nitratos en el agua de lluvia. El método de recolección de agua de lluvia puede lavar los moldes, algas, bacterias y otros materiales orgánicos en contenedores de almacenamiento. Puede ser difícil cosechar una cantidad significativa de agua de lluvia de manera segura sin correr el riesgo de que al menos algunos de los excrementos de las aves terminen en el barril de lluvia.
Sin embargo, la recolección de agua de lluvia para uso potable es posible, y el primer paso es probar el agua para asegurarse de que se pueda tratar fácilmente. Hay sistemas de recolección de agua de lluvia disponibles que brindan pautas y equipos para la recolección, filtración y tratamiento seguros del agua de lluvia para beber.