Las velas encendidas emiten principalmente dióxido de carbono y vapor de agua, que es un producto del hidrógeno y el oxígeno. La investigación ha sugerido que ciertos tipos de velas, como la vela de parafina tradicional, también pueden emitir químicos tóxicos como el tolueno.
Si bien las velas hechas de soja aún emiten dióxido de carbono y vapor de agua, no se ha sabido que emitan químicos más tóxicos como los que se encuentran en la quema de velas de parafina. Las velas encendidas pueden contribuir a una pequeña cantidad de contaminación del aire interior. Los niveles de compuestos orgánicos volátiles producidos son muy bajos en comparación con los estándares de aire interior total.
