Enrique VIII de Inglaterra tenía tres hermanos. Su hermano mayor, Arthur, murió joven, lo que convirtió a Henry en heredero del trono británico. Sus dos hermanas Mary y Margaret Tudor estaban casadas con los reyes de Francia y Escocia, respectivamente.
Enrique VIII se casó con la prometida de Arturo, Catalina, y fue el padre de la futura reina María. El matrimonio de Mary Tudor produjo a María, reina de Escocia. Margaret era la abuela de Lady Jane Gray, otra reclamante al trono británico. Cuando Enrique VIII murió, primero fue sucedido por su único hijo, Edward y, cuando Edward murió joven, por la hija de Catherine, Mary.
De sus hijos, la hija de Henry, Elizabeth, tenía el reclamo más débil al trono, ya que la iglesia católica la consideraba ilegítima. Por esta razón, sus primas Mary, Queen of Scots y Jane Gray pusieron seriamente en peligro su trono. Al final, ella mostró la crueldad de su padre y ejecutó a ambos.