Los pacientes pueden tener de 30 días a 12 meses para surtir recetas. La caducidad depende en última instancia de la medicación para la que se escribe el guión. El marco de tiempo generalmente se basa en el uso médico de la receta y su potencial de abuso o dependencia, que puede variar según el estado.
Por ejemplo, en Massachusetts, las recetas del Programa II (que incluyen Adderall, Oxycontin y Ritalin) generalmente tienen un vencimiento de 30 días a partir de la fecha en que el profesional escribe y firma el guión. Los medicamentos de la Lista III y IV (como Vicodin y Xanax) a menudo son válidos durante 180 días, mientras que las recetas de los medicamentos de la Lista V y VI (ayudas para dormir y medicamentos antidiarreicos) pueden ser válidas hasta por 12 meses debido a su menor riesgo de dependencia.