Un año canino es igual a siete años cronológicos. El "año del perro" se inventó para describir cómo los perros envejecen más rápido que los humanos. El uso práctico del año del perro, sin embargo, es limitado porque es una simplificación excesiva de la realidad.
Por ejemplo, un perro de un año de edad es biológicamente equivalente a un humano de 15 años, no a un humano de 7 años. La tasa de desarrollo y envejecimiento de un perro también está fuertemente influenciada por su raza y tamaño. Los perros pequeños maduran más rápido que los perros grandes, pero también tienden a vivir más tiempo.
Un perro de 5 años, independientemente de su tamaño, es aproximadamente biológicamente igual a un humano de 36 años. Un perro pequeño de 15 años es igual a un humano de 76 años, pero un perro grande de 15 años es igual a un humano de 93 años.
