Hay tres opciones para detener una pelea de perros: asustar a los perros, colocar algo entre ellos o separar físicamente a los perros de pelea. Estas elecciones deben elegirse antes de que ocurra una pelea, y los dueños de los perros vecinos también deben ser informados del plan. Mantener la calma durante todo el incidente es esencial, y un dueño nunca debe agarrar a un perro por el cuello para detener una pelea.
Sorprender a los perros debería ser la primera táctica utilizada para detener una pelea de perros. Aplaudir, gritar, pisotear los pies y golpear los tazones de metal son sonidos repentinos y fuertes que podrían interrumpir la pelea. Algunos propietarios traen una pequeña bocina de aire cuando llevan a sus perros a jugar con otros perros para un efecto sorprendente. El ruido debería funcionar en los primeros tres segundos, por lo que los propietarios deberían probar otra táctica si los sonidos fuertes no han tenido ningún impacto.
Un objeto grande y plano, como un pedazo de madera contrachapada, un bote de basura, una puerta para bebés o una silla de jardín plegable puede servir como una barrera entre los dos perros. Lanzar una manta pesada sobre ambos perros también es eficaz para asustar a los perros y perjudicar su visión.
Uno nunca debe agarrar el collar cuando separa físicamente a los perros; el instinto de un perro es retroceder y morder la mano, incluso si es el dueño del perro. La forma correcta de sacar a un perro de una pelea es agarrar las patas traseras en el punto donde las patas se conectan al cuerpo y levantar el extremo posterior del perro de una forma con carretilla. El siguiente paso es retroceder y alejar al perro del perro contrario. Esto debe hacerse con un compañero que sea capaz de hacer lo mismo con el segundo perro.