Abraham Lincoln pronunció el discurso de Gettysburg en Pensilvania en noviembre de 1963 en el Cementerio Nacional de Gettysburg. El discurso fue pronunciado en la dedicación oficial al cementerio.
El discurso en sí fue de apenas 273 palabras y aborda brevemente la importancia de la igualdad humana, la necesidad de unificar a los estados como una unión y los sacrificios humanos de la Guerra Civil. El discurso se ha convertido en un recordatorio histórico de la guerra y de la esperanza para el futuro de los Estados Unidos. El discurso también ayudó a sugerir al país que era hora de dejar de lado el resentimiento que ambas partes tenían entre sí y avanzar como una nación unificada.