Todos los seres vivos necesitan oxígeno para respirar. También se usa en industrias, tratamiento de agua, quema de combustibles e incluso protege a los humanos de la luz ultravioleta dañina gracias a la capa de ozono.
El oxígeno es un gas incoloro, inodoro e insípido. Comprende el 22 por ciento del aire en la atmósfera y es parte del aire que las personas respiran. El oxígeno se encuentra en la atmósfera, el cuerpo humano, el sol y los océanos.
El uso más importante del oxígeno es mantener la vida. Todos los organismos vivos requieren oxígeno para sobrevivir. A través de la respiración aeróbica, la energía se genera a partir de los alimentos, lo que permite a los organismos continuar con sus actividades diarias. El oxígeno se usa generalmente en las instituciones de salud para ayudar a respirar a las personas con problemas respiratorios.
La principal aplicación comercial de oxígeno es la producción de acero, donde el oxígeno reacciona con el acero para eliminar las impurezas de carbono. El oxígeno también se utiliza en la producción de etileno y metanol, en la soldadura con oxiacetileno y para oxidar el combustible de cohetes.
El oxígeno es esencial para todos los procesos de combustión, como la quema de combustibles (petróleo, gasolina, gas natural, carbón), que calientan los hogares y alimentan a los vehículos. Los incendios necesitan oxígeno para quemarse, y una forma de apagarlos es eliminar el oxígeno sofocándolo o utilizando dióxido de carbono.
Además de estos usos, los buzos, montañeros y astronautas utilizan el oxígeno. También se utiliza en la fabricación de vidrio, tratamiento de agua, procesamiento de petróleo, destrucción de bacterias, producción de cerámica y producción de pulpa y papel.