Los aneurismas septales atriales generalmente ocurren sin signos ni síntomas clínicos, según la revista Clinical Cardiology. Sin embargo, estos aneurismas a menudo se acompañan de otras afecciones cardíacas, como arritmias auriculares y embolias arteriales. En la mayoría de los casos, los aneurismas del septo auricular se descubren durante un examen clínico para un problema cardíaco acompañante.
Un aneurisma del tabique auricular es una deformidad que provoca una protuberancia del tabique, el tejido delgado que separa las cámaras superiores del corazón, señala el diario médico Annals of Pediatric Cardiology. Se forma un saco dentro del tabique, lo que hace que sobresalga más de 15 milímetros desde su posición normal y hacia la cámara izquierda o derecha. La condición se considera benigna, pero su impacto en la salud de una persona no se entiende completamente.
Los aneurismas del tabique auricular producen ruidos cardíacos anormales que pueden detectarse aunque una persona esté asintomática, informa Cardiología Clínica. Los aneurismas causan sonidos graves, descritos como clics. Los sonidos se hacen más fuertes cuando una persona inhala y no cambia a medida que la persona cambia su posición postural.
Los estudios vinculan los aneurismas del tabique auricular con otras afecciones cardíacas que interfieren con el flujo sanguíneo normal, agrega el diario Circulation. Más de la mitad de los individuos que desarrollan aneurismas del tabique auricular tienen otros defectos cardíacos, incluidos los orificios en el tabique auricular y el foramen oval.
