Los síntomas de la vasculitis se ven afectados por el flujo sanguíneo, pero generalmente incluyen dolores de cabeza, fiebre, fatiga y dolores generales, según la Clínica Mayo. Los pacientes con vasculitis pueden experimentar pérdida de peso, erupciones cutáneas, sudores nocturnos, entumecimiento o debilidad, y una extremidad que no registra un pulso.
Los pacientes con síndrome de Behcet, una forma de vasculitis, pueden experimentar inflamación ocular, lesiones similares al acné en la piel y la boca y úlceras genitales debido a la inflamación de las venas y arterias, explica la Clínica Mayo. Los pacientes con enfermedad de Buerger pueden experimentar dolor en los pies, piernas, brazos y manos, así como úlceras en los dedos de los pies y los dedos debido a coágulos e inflamación en los vasos sanguíneos de los pies y las manos.
La crioglobulinemia, un tipo de vasculitis que ocurre cuando hay proteínas anormales en la sangre, produce dolor en las articulaciones, hormigueo, entumecimiento, debilidad y una erupción potencial, según la Clínica Mayo. Una forma rara de vasculitis, conocida como granulomatosis eosinofílica, puede provocar cambios en los senos, dolor en los nervios y asma. Las personas con arteritis de células gigantes pueden experimentar sensibilidad en el cuero cabelludo, dolor de mandíbula, visión borrosa o doble y dolores de cabeza debido a la inflamación de las arterias en la cabeza. La vasculitis también puede ocurrir debido a la hipersensibilidad a la medicación y la infección, y este tipo a menudo produce manchas rojas en la parte inferior de las piernas.