Los síntomas de la narcolepsia incluyen somnolencia y fatiga excesivas durante el día, incapacidad para hablar o moverse al despertar o quedarse dormido, y alucinaciones vívidas y frecuentes, según WebMD. La narcolepsia también hace que los pacientes experimenten una pérdida repentina del tono muscular que puede provocar un colapso total del cuerpo, emociones intensas y repentinas y dificultad para hablar.
Las personas con narcolepsia a menudo informan sobre la nubosidad mental, la dificultad para concentrarse, el agotamiento extremo y los lapsos de memoria, explica WebMD. La somnolencia diurna excesiva causa una falta de energía y estados de ánimo potencialmente deprimidos. Las personas con narcolepsia experimentan episodios breves de parálisis del sueño en los que temporalmente no pueden funcionar durante varios segundos o minutos. La capacidad de moverse y hablar se restaura completamente después del episodio de parálisis del sueño.
La narcolepsia puede ocurrir a cualquier edad, pero comúnmente comienza entre los 15 y los 25 años, señala WebMD. El trastorno neurológico puede aparecer en cualquier momento del día, dejando a los pacientes incapaces de controlar el sueño y la vigilia durante breves períodos de tiempo. Las personas que sufren de narcolepsia ingresan inmediatamente en el sueño REM, también conocido como sueño de movimientos oculares rápidos, en el cual la parálisis muscular y los sueños son comunes. La mayoría de las personas toman aproximadamente 90 minutos durante un ciclo de sueño típico para entrar en el sueño REM, pero un narcoléptico entra en este estado de sueño inmediatamente durante un episodio.