Las características principales del amor verdadero son perdonar las expectativas no satisfechas y priorizar las necesidades de la otra persona por encima de las necesidades o deseos personales. Además, el respeto y la confianza impregnan una relación verdaderamente amorosa, y una relación verdaderamente amorosa funciona con compañerismo y trabajo en equipo.
Una persona que realmente ama a otra persona no la obliga a cumplir los requisitos estrictos para demostrar afecto o ambición personal. Abandonar las expectativas de la otra persona incluye no intentar cambiar las características personales de la otra persona. El amor verdadero también permite la libertad de la persona y no trata de controlar las ideas o el comportamiento de la otra persona.
De manera similar, en una relación amorosa, la pareja toma decisiones juntos, teniendo en cuenta las fortalezas y debilidades de cada persona cuando hace planes y asigna tareas. En una relación amorosa, cada persona puede compartir sus pensamientos personales con la otra sin preocuparse por una reacción negativa o herir el ego de la otra persona. Con la comunicación, cada persona puede empatizar con los sentimientos y pensamientos de la otra persona.
El compañerismo en una relación verdaderamente amorosa significa experiencias compartidas como viajar y pasar tiempo juntos haciendo actividades. Una persona debe tratar de reconocer los deseos de la otra persona y satisfacer esas necesidades, ya sea que desee palabras amables, actos de servicio o regalos. El respeto en una relación amorosa permite a cada persona espacio para el crecimiento y el cambio personal. Además, la confianza en la relación permite a cada persona mostrar vulnerabilidad.