Las ventajas de la tala incluyen la capacidad de manejar los bosques de manera económica, la creación de espacios soleados para especies de plantas amantes del sol y el desarrollo de hábitats de forraje para ciervos, alces y vida silvestre. Las desventajas incluyen la alteración de los ecosistemas existentes, la apariencia antiestética y el mayor riesgo de erosión.
El corte claro como una forma de administrar los soportes de los árboles es un tema muy debatido que ofrece puntos de vista subjetivos y objetivos. Los partidarios argumentan que el desmonte ya no es lo mismo que la deforestación. Los bosques que están talados se reducen para que se tomen los mejores árboles y se dejen los árboles más pequeños. La tala de árboles permite a los silvicultores replantar las especies que mejor se adaptan a las áreas de corte donde puede haber una maleza y arbustos extensos. La tala también proporciona a los silvicultores una forma económica y sostenible de gestionar los bosques y, al mismo tiempo, crear pastizales, tierras de cultivo o hábitats para la vida silvestre que se alimentan o crecen en arbustos y pastos amantes del sol.
Los opositores de la tala de árboles sugieren que el método aumenta la erosión porque menos árboles pueden absorber el exceso de agua de los arroyos y los acuíferos subterráneos. Aunque la tala de árboles todavía permite que los árboles se recuperen y vuelvan a crecer, el proceso demora entre 45 y 50 años para que los árboles se desarrollen completamente y se vuelvan valiosos para los silvicultores nuevamente.
La tala de árboles no es la técnica forestal adecuada para cada tipo de bosque. Los propietarios de tierras y los forestales todavía deben considerar la viabilidad del suelo después del corte, la calidad de los árboles actuales y cómo el método afecta a los arroyos y otros cuerpos de agua.