El objetivo de la ciencia como colectivo es producir explicaciones para el mundo natural, incluyendo cómo funciona, su composición y cómo llegó a existir en su estado actual, según la Universidad de Berkeley. Estas metas abarcan una variedad de disciplinas científicas desde la astronomía hasta la zoología.
El objetivo principal de la ciencia clásica es construir conocimiento y comprensión. Esta búsqueda de conocimiento no estaba particularmente relacionada con la forma en que ese conocimiento podría aplicarse. A partir de 2015, la investigación científica está cada vez más preocupada por las aplicaciones, particularmente aquellas que resuelven un problema o permiten el desarrollo de una nueva tecnología. Estos dos enfoques se conocen respectivamente como ciencia pura y aplicada.
El objetivo principal de la ciencia también se ha descrito como la simplificación de las relaciones entre variables empíricas, según la Universidad Estatal de Jacksonville, que también establece que un objetivo de las ciencias naturales es la producción de ciertos productos, incluida la verdad y la comprensión. Estos productos se utilizan a su vez para lograr objetivos científicos puros y aplicados, así como un tercer tipo de objetivo científico. El tercer objetivo es dispensar soluciones que puedan usar los profesionales, como psicólogos y médicos. Las soluciones dispensadas permiten a los profesionales que no son técnicamente científicos, pero que, sin embargo, operan científicamente.