Los efectos secundarios comunes de los bloqueadores beta incluyen fatiga, dolor de cabeza, estreñimiento, malestar estomacal y diarrea, según la Clínica Mayo. Los bloqueadores beta también pueden causar manos frías y mareos. Los efectos secundarios menos frecuentes incluyen dificultad para respirar, dificultad para dormir, pérdida del deseo sexual y depresión.
Los médicos generalmente no recetan bloqueadores beta a los pacientes con asma, porque este tipo de medicamento puede provocar ataques de asma severos, según la Clínica Mayo. Se recomienda a los pacientes con diabetes que vigilen de cerca sus niveles de glucosa en la sangre mientras toman bloqueadores beta, ya que estos medicamentos pueden inhibir algunos síntomas de niveles bajos de azúcar en la sangre. Los bloqueadores beta también pueden causar un aumento temporal de los triglicéridos y una disminución en el colesterol de lipoproteínas de alta densidad. La interrupción repentina de los bloqueadores beta puede aumentar el riesgo de problemas cardíacos de un paciente y no se recomienda.
Los betabloqueadores son medicamentos que disminuyen la presión arterial y hacen que el corazón late más lento y con más fuerza, afirma la Clínica Mayo. También mejoran el flujo sanguíneo al abrir los vasos sanguíneos. Los bloqueadores beta se utilizan para una amplia gama de afecciones de salud, como presión arterial alta, problemas del ritmo cardíaco, insuficiencia cardíaca, dolor de pecho y glaucoma. También pueden prescribirse a pacientes con migrañas, trastorno de ansiedad generalizada, hipertiroidismo y ciertos tipos de temblores. Los ejemplos de bloqueadores beta incluyen acebutolol, bisoprolol, atenolol, metoprolol y propranolol.