El desempleo causa pobreza generalizada, aumento de las tasas de criminalidad, inestabilidad política, explotación laboral y reducción del desarrollo económico en la sociedad. El desempleo también puede llevar a problemas psicológicos, como enfermedades mentales, ansiedad y depresión.
Pobreza generalizada Las personas desempleadas no tienen una fuente de ingresos, lo que les impide acceder a servicios básicos como atención médica de calidad, educación y nutrición. Por lo tanto, tales individuos están obligados a vivir en malas condiciones.
Por otra parte, el desempleo generalizado provoca una reducción del poder adquisitivo de la economía. Para economías menos diversas, esto puede tener un efecto dominó que causa una mayor pérdida de empleos. En este sentido, puede producirse una recesión económica debido a tasas de desempleo insostenibles.
Inestabilidad política El desempleo generalizado alimenta el crecimiento del activismo y las revoluciones antigubernamentales. En la mayoría de los casos, los ciudadanos insatisfechos salen a las calles en protesta contra los tiempos económicos difíciles, lo que a menudo provoca enfrentamientos entre los organismos encargados de hacer cumplir la ley y los manifestantes. Por ejemplo, la crisis económica de 2012-2017 en Venezuela provocó protestas generalizadas, violencia urbana y disturbios civiles en la mayoría de las ciudades.
Explotación del trabajo El desempleo en una sociedad puede llevar a un excedente de mano de obra en la economía. En este sentido, los empleados aceptan fácilmente trabajar por salarios bajos en condiciones ambientales adversas. Este sentimiento de desesperación por parte de los empleados los expone al maltrato y explotación por parte de sus empleadores. La explotación laboral es evidente en algunos países del Tercer Mundo, como India, donde trabajadores calificados ganan menos de $ 2 por día a pesar de su experiencia y calificaciones educativas.
Reducción del desarrollo económico Para frenar los efectos negativos del desempleo, algunos gobiernos inician programas de beneficios de desempleo para sus ciudadanos desplazados temporalmente. Dichos programas son costosos para los contribuyentes y pueden llevar a préstamos gubernamentales o a la reasignación de otros fondos para el desarrollo. Esto puede llevar a una reducción del gasto en programas de desarrollo de infraestructura, educación, salud y otros programas de desarrollo económico.
Problemas psicológicos La pérdida de empleo puede provocar enfermedades mentales, depresión, pérdida de autoestima y aumento de la ansiedad. Esto se debe a que la mayoría de las personas se enorgullecen de su capacidad para mantener a sus familias. Los casos extremos de problemas psicológicos derivados del desempleo pueden llevar al suicidio, a la violencia doméstica o al divorcio.
Desperdicio de habilidades El desempleo prolongado puede causar la pérdida de habilidades vitales y productividad. Esto se debe a que las habilidades profesionales, como las que se encuentran en los campos de la medicina y la ingeniería, necesitan un uso y actualizaciones constantes para mantenerse al día con las últimas innovaciones tecnológicas. Además, las personas que permanecen desempleadas por largos períodos de tiempo enfrentan desafíos para encontrar nuevos empleos, lo que resulta en un desperdicio de habilidades.
Mayores tasas de delincuencia Como resultado del desempleo, los jóvenes ociosos se ven obligados a realizar actividades delictivas, como robos a mano armada, tráfico de drogas, juegos de azar y prostitución, para poder subsistir. Tales crímenes son comunes en ciudades del interior y en naciones menos desarrolladas debido a oportunidades de empleo inadecuadas. Además, debido al desempleo generalizado, los empleados mal pagados son más susceptibles a la corrupción, la malversación de fondos y otros males sociales.
Por otro lado, los jóvenes desempleados a menudo se unen a pandillas ilegales y organizaciones terroristas en un intento por obtener algún ingreso. Por ejemplo, el aumento de la piratería y el surgimiento de grupos terroristas armados en Somalia se debieron ampliamente al desempleo debido a décadas de inestabilidad política.