Históricamente, se ha sabido que protestantes y católicos tienen puntos de vista opuestos sobre el cristianismo y el papel de la iglesia, causando una división ideológica entre las dos denominaciones. Protestantes se separaron de la Iglesia Católica Romana a partir del 16 siglo.
Si bien las dos denominaciones coinciden en lo que respecta a las creencias cristianas generales, como la crucifixión y la resurrección de Jesús, no están de acuerdo en otros asuntos. Por ejemplo, mientras que los católicos le dan al Papa plena autoridad para interpretar la Biblia, se sabe que los protestantes otorgan este derecho al individuo. Los católicos predican que el pan y el vino que se sirven al final de la misa conocida como comunión se convierten en el cuerpo y la sangre reales de Jesús, mientras que para los protestantes, es simplemente un símbolo de Cristo.
Las cinco Solas, (una palabra que significa solo en latín), escritas durante el movimiento protestante se usan como una forma de distinguir las enseñanzas católicas de las de los protestantes. La iglesia católica aboga por un equilibrio entre las enseñanzas de la Biblia y las tradiciones de la iglesia, mientras que los protestantes derivan sus enseñanzas únicamente de la Biblia. Además, mientras los católicos obtienen el perdón de la iglesia y de Dios, los protestantes creen que la salvación viene solo de la gracia de Dios.
