Los principales tipos de sistemas éticos incluyen el relativismo ético, la teoría del comando divino, la deontología, el utilitarismo y la ética de la virtud. Estos sistemas éticos se derivan del estudio de la filosofía moral y están influenciados por el pensamiento de Aristóteles Kant.
Según el sistema de relativismo ético, ningún principio es universalmente válido, lo que significa que los principios morales son relativos a los estándares culturales. Por ejemplo, el canibalismo se considera aceptable en algunas partes del mundo, pero está estrictamente prohibido en los Estados Unidos.
El sistema de Teoría del Comando Divino está de acuerdo en que todas las normas morales dependen de Dios. Según este sistema ético, un acto que se ajuste a la ley divina es correcto y uno que rompe esta ley se considera incorrecto. Un ejemplo de la Teoría del Comando Divino en uso es la institución de los Diez Mandamientos en el cristianismo.
La deontología pone énfasis en el deber y las reglas morales, así como en la justicia, la autonomía y los actos amables. Este sistema ético proporciona un estatus moral especial para los individuos y, de acuerdo con él, las personas deben ser tratadas como fines, no como medios.
El utilitarismo es un sistema ético según el cual las acciones se juzgan únicamente por sus consecuencias. Este sistema promueve la felicidad igual para todos.
Finalmente, el sistema de ética de la virtud internaliza el comportamiento moral y enfatiza el logro de la excelencia.