Algunos ejemplos de comportamientos desviados incluyen matar y robar, que se definen como tales en función de la cultura y las circunstancias. El concepto de desviación cambia con el tiempo y de acuerdo con las normas culturales y sociales.
El comportamiento desviado implica un juicio moral basado en la sociedad y la cultura en la que se produce el comportamiento. Por ejemplo, matar a otra persona suele denominarse comportamiento desviado, a menos que la acción ocurra en el contexto de la guerra. El robo se considera un tipo de conducta desviada, pero en lugares afectados por la hambruna, una madre que roba alimentos para sus hijos probablemente no será etiquetada como una persona desviada. Las creencias, reglas y regulaciones establecidas por la sociedad en la que ocurren las acciones generalmente establecen el estándar para el cual las acciones se consideran desviadas y en qué circunstancias.