El defecto de carácter más importante de Macbeth es su ambición total. Los defectos de carácter más pequeños que contribuyen a su desaparición incluyen la obstinación, la influencia de otros y la duda. Su caída es el resultado de la tensión no resuelta entre su ambición y su conciencia, que luchan por el control sobre él a través de toda la obra.
Macbeth se muestra primero que es ambicioso. Lo primero que el público escucha de él es a través de las palabras del capitán herido, que describe el valor, el coraje y la valentía de Macbeth en el campo de batalla. Sin embargo, cuando Macbeth se encuentra con la profecía de ser rey, el público aprende que su fuerza interna no coincide con su fuerza externa.
Macbeth es seducido por la ambición, pero también tiene miedo y duda. Teme que las predicciones de las brujas no sean precisas y duda de su propio poder. Debido a este temor, Macbeth decide hacer lo que sea necesario para hacer realidad las predicciones, incluido el asesinato de su amigo y el rey de Escocia. Está muy influenciado por su esposa, Lady Macbeth, quien lo empuja en la dirección del asesinato a pesar de los recelos de su conciencia. En última instancia, las fallas de Macbeth lo llevan a una situación que no está preparado para enfrentar, lo que lleva a su muerte.