La Exploración del Sistema Solar de la NASA explica que Venus es el segundo planeta más cercano al Sol, que orbita a una distancia promedio de 67 millones de millas. Un año en Venus equivale a 225 días terrestres; sin embargo, la rotación del planeta toma 243 días terrestres. Entonces, un día de Venus en realidad equivale a 117 días terrestres. La atmósfera del planeta está compuesta principalmente de dióxido de carbono y nitrógeno, mientras que sus nubes están compuestas de ácido sulfúrico.
Venus gira en la dirección opuesta a la Tierra y la mayoría de los otros planetas, exhibiendo una característica llamada rotación retrógrada. Debido a esta rotación, el sol en Venus se levanta en el oeste y se pone en el este. Los astrónomos han sabido de Venus desde la antigüedad, y su nombre deriva de la diosa mitológica romana del amor y la belleza. De los cinco planetas visibles para las civilizaciones antiguas, Venus fue el más brillante.
La temperatura promedio de la superficie en Venus es de 864 grados Fahrenheit, aunque la temperatura en la atmósfera exterior puede caer en temperaturas negativas. Debido a que el planeta no muestra una inclinación significativa, Venus no tiene estaciones que la Tierra y otros planetas experimenten. La sonda Mariner 2 de la NASA llegó a Venus en 1962, mientras que Venera 7 de la Unión Soviética llegó a Venus en 1970. Venera 7 fue la primera sonda en aterrizar con éxito en otro planeta. Debido a las altas temperaturas, ambas sondas se fundieron a las dos horas de ingresar a la atmósfera.