Las ventajas de una interfaz gráfica de usuario (GUI) son la facilidad de uso, la mayor productividad y la mejor accesibilidad. Los dispositivos electrónicos con GUI a menudo permiten que los usuarios realicen tareas a una velocidad mayor que los dispositivos que emplean interfaces más antiguas.
En comparación con las interfaces basadas en texto, las GUI bien diseñadas tienen curvas de aprendizaje más cortas que incluso los usuarios sin entrenamiento pueden navegar fácilmente. Los usuarios tampoco tienen que memorizar e ingresar comandos de texto, ya que las GUI tienen elementos gráficos interactivos con las mismas funciones. El poder del cerebro dedicado a memorizar códigos puede usarse para tareas más importantes en su lugar. Las GUI también ofrecen una interacción eficiente con dispositivos de interfaz humana, como teclados, ratones y pantallas táctiles.