La velocidad de Internet varía según la velocidad de la conexión, el hardware compatible con la conexión, el estado de la computadora y las demandas de la red. Las tensiones en la red o el hardware, como el uso intensivo o las partes desactualizadas, disminuyen la velocidad de navegación en la web.
El hardware utilizado para conectarse a la web puede ralentizar todo, incluso si la velocidad de Internet del proveedor es rápida. En las redes inalámbricas, el enrutador es un componente clave en la velocidad. Un enrutador desactualizado o una configuración de enrutamiento incorrecta pueden ralentizar el acceso a Internet. La conexión a un enrutador que no esté físicamente cerca de la computadora también puede reducir la velocidad de Internet.
El hardware y uso de la computadora es otro factor. Un procesador más lento o poca memoria disponible en la computadora puede hacer que Internet parezca lento. Los virus y el malware también tienden a ralentizar todo. Muchos de los programas que se ejecutan son otro problema informático que interfiere con Internet.
Una red Wi-Fi no segura permite que otros se conecten, y tener varios usuarios conectados a una red hace que Internet sea más lento para todos. Incluso en una red segura, la conexión con múltiples dispositivos, como teléfonos inteligentes, computadoras y redes de juegos, puede ralentizar la conexión. El alto tráfico en el sistema del proveedor de Internet o en sitios web específicos también puede reducir la velocidad de Internet.