Las tres preguntas económicas que toda sociedad debe responder son las siguientes: "¿Qué producir?" "¿Cómo producir?" y "para quien producir?" Las respuestas a estas preguntas manejan los asuntos de cómo lidiar con la escasez y cómo asignar recursos de manera eficiente.
En una economía de mando, la cuestión de qué bienes producir debe ser manejada por una autoridad económica central. Contrariamente a eso, un mercado libre está gobernado por elecciones individuales. La producción de bienes puede ser manejada a nivel nacional, o puede ser subcontratada a países extranjeros. Finalmente, asegurarse de que los clientes seleccionados puedan pagar un servicio o un producto es de suma importancia.