El cabello humano funciona como un medio para regular la temperatura corporal y actúa como un órgano sensorial. El cabello también ayuda a proteger la piel de daños externos como el sol, el viento y las partículas extrañas.
El cabello actúa como aislante para el cuerpo. Cuando una persona se enfría, el vello corporal se levanta, creando un aislamiento adicional y aumentando la temperatura corporal. También atrapa el aire caliente al lado del cuerpo, lo que reduce la pérdida de calor.
El cabello que se encuentra en las orejas y alrededor de los ojos evita que entren materias extrañas en el cuerpo. Las cejas reducen la cantidad de luz que entra en los ojos.
El cabello está hecho de una proteína fuerte llamada queratina. Está anclado a la piel por un folículo piloso cuya base se denomina bulbo piloso. Los vasos sanguíneos en la piel nutren los bulbos y folículos del cabello, y cada hebra de cabello está infundida con hormonas que determinan la estructura y el crecimiento del cabello en diferentes etapas de la vida. El cabello nuevo crece por años antes de que deje de crecer y eventualmente se caiga.
El color del cabello está determinado por la presencia de células pigmentarias llamadas melanina. A medida que una persona envejece, estas células pigmentarias mueren y el cabello se vuelve gris. En la sociedad actual, el cabello es principalmente cosmético y contribuye en gran medida a la apariencia de una persona.