Las glándulas verdes, también llamadas glándulas antenales o maxilares, ayudan a llevar a cabo funciones excretorias en los cangrejos de río. Estas glándulas actúan como los riñones en los seres humanos y ayudan a los cangrejos de río a mantenerse saludables al eliminar sustancias tóxicas y productos de desecho en sus Sistemas urinarios y circulatorios.
Las glándulas verdes varían en el lugar donde se abren, pero realizan las mismas funciones independientemente de si están situadas en la base de las antenas del maxilar. Las glándulas aparecen como conductos retorcidos con sacos en forma de bola en sus extremos que se expanden y contraen cuando se llenan con líquidos o se vacían de sustancias líquidas. Los cangrejos nacen con un par de glándulas verdes y retienen ambos órganos a lo largo de su vida adulta. Aunque siempre tienen dos glándulas, solo una es funcional en un momento dado. En raras ocasiones, los adultos pueden tener dos glándulas verdes operativas, y no es raro que las glándulas intercambien ciclos de productividad a lo largo de la vida de las criaturas. Las glándulas verdes, al igual que los riñones, ayudan a filtrar, procesar y eliminar impurezas y productos de desecho diariamente. En los cangrejos de río, estos órganos también regulan el equilibrio icónico al controlar los niveles de sal y agua en el torrente sanguíneo y corregir los desequilibrios a medida que surgen. En menor medida, las glándulas verdes regulan la glucosa y contribuyen al proceso final de la digestión al eliminar las partículas de desechos de los alimentos.
