Aunque similares en algunos aspectos, Atenas y Esparta tenían algunas diferencias clave entre ellos. Una diferencia clave radica en sus ambiciones: Atenas busca expandirse y Esparta está contenta con lo que tenía.
Diferentes climas
Aunque Atenas y Esparta estaban ubicadas en el mismo país de Grecia, los dos estaban lo suficientemente separados para exhibir climas ligeramente diferentes. Atenas, ubicada en la región de Ática, tenía un clima mediterráneo con cantidades adecuadas de precipitación. Esparta, por otro lado, estaba ubicada en la región de Laconia y exhibía un clima más templado y seco. Esto llevó a que el agua escaseara en Esparta.
Diferencias de estilo de vida
La gente de Atenas (considerada muy moderna en su perspectiva) fomentó una buena educación, especialmente en las artes y la ciencia. Esparta era una sociedad más militarista que se concentraba en la disciplina y el servicio militar. Esto se exhibió en la forma en que vivía la gente de Esparta, donde se esperaba que los hombres recibieran entrenamiento militar a partir de una edad temprana. Además, las culturas trataron a sus mujeres de manera muy diferente, ya que las espartanas tienen prohibido usar maquillaje o joyas y se espera que se mantengan en las mejores condiciones físicas. Las mujeres atenienses fueron juzgadas más por su belleza que por su destreza física, aunque el ejercicio entre las mujeres de Atenas no era desconocido.
Diferencias de gobierno
Si bien son similares en que ambas ciudades utilizaron una asamblea elegida por el pueblo, las dos culturas también tuvieron algunas diferencias clave en la forma de los gobiernos que utilizaron. Atenas utilizó una forma de democracia limitada, donde los miembros de la sociedad servían como líderes de la gente. Además, el pueblo de Atenas eligió generales para dirigir el ejército. Esparta fue dirigida por una oligarquía, con dos reyes que ganaron su posición por nacimiento, con padres que pasaron sus coronas a sus hijos. La gente también eligió cinco esfuerzos anuales, así como un senado. Los reyes de Esparta no eran todos poderosos, y podían ser anulados por los efores.
Diferencias militares
Militarmente, las dos ciudades estaban en caminos completamente diferentes. Atenas se veía a sí misma como una potencia regional y tenía las ambiciones de igualar. Los esfuerzos de Atenas por ganar el control de sus vecinos circundantes llevaron a la Guerra del Peloponeso. Por extraño que parezca, fueron los espartanos, quienes tendían a mantenerse en sus propias tierras y no tenían ambiciones de conquista, quienes finalmente detuvieron el intento de Atenas de controlar la región. El estilo de vida simple pero militarista de los espartanos les sirvió bien en esta capacidad. A diferencia de muchos conquistadores que habrían destruido Atenas por sus ambiciones, Esparta se contentó con dejar que Atenas siguiera viviendo, con la condición de que Atenas nunca intentara conquistar a sus vecinos de nuevo.
Si bien los espartanos no tenían intenciones militaristas de conquista, prestaron ayuda militar a sus vecinos cuando fue necesario, y fueron vistos como algunos de los guerreros más grandes de la región. La marina ateniense se consideraba más poderosa que la de Esparta, aunque esto no les servía de nada en tierra. La mayoría de las batallas durante la Guerra del Peloponeso tuvieron lugar en tierra, y esta fue un área donde Esparta superó a todas las demás.