El período de la adolescencia, que dura aproximadamente de 11 a 21 años, se caracteriza por varios cambios sociales y emocionales. Estas incluyen emociones lábiles, explorar y afirmar la identidad personal, las relaciones con los compañeros, la independencia, las actitudes egocéntricas y las reglas y límites de las pruebas. El escenario marca una transición desde la infancia hasta la edad adulta. La adolescencia implica un cambio rápido en los comportamientos, alteraciones de la identidad y emociones fuertes.
Los adolescentes a menudo cambian de humor rápidamente, alternando entre felicidad, angustia, confianza en sí mismo y ansiedad. Algunos de estos cambios en los estados de ánimo se originan a partir de recursos biológicos. El estado emocional lábil de los adolescentes también se debe a interacciones sociales complejas que incluyen conflictos con amigos, presión de la escuela y experimentación con las relaciones. Durante la adolescencia, los adolescentes intentan descubrir dónde encajan con sus compañeros y su lugar en la sociedad. Más a menudo, los adolescentes experimentan un sentido inestable de sí mismos y experimentan con nuevas etiquetas personales y se relacionan con varios grupos de pares.
En la adolescencia, las relaciones con los compañeros tienen prioridad sobre las relaciones familiares. Los adolescentes a menudo buscan opiniones y percepciones de sus amigos; son fácilmente influenciados por los comportamientos y creencias de sus compañeros. Durante esta etapa, los adolescentes son extremadamente vulnerables a la presión negativa de los compañeros. Los adolescentes también se caracterizan por su búsqueda de independencia. Los adolescentes a menudo prueban los límites establecidos por sus maestros y padres. Además, los adolescentes desarrollan una actitud egocéntrica y miran las situaciones desde sus propias perspectivas.