The Raising Children Network explica que los padres y mentores pueden ayudar a los adolescentes a cultivar amistades a través de una serie de vías, que incluyen fomentar relaciones sólidas con los padres y otros miembros de la familia para darles a los adolescentes un sentido de pertenencia, comunidad y personas. Los padres también pueden considerar alternativas y otras salidas diversas para la socialización, incluidos el empleo, los clubes e incluso los medios de Internet.
Una posibilidad positiva radica en alentar a los adolescentes a obtener un trabajo de medio tiempo, especialmente uno que les ofrezca la oportunidad de conocer y trabajar con niños de su misma edad. Si el adolescente se siente incómodo haciendo amigos solo en la escuela, el empleo ofrece un contexto diferente en el que forjar relaciones.
De acuerdo con Raising Children Network, los padres deben determinar cuáles son los intereses más fuertes de sus hijos adolescentes y luego animarlos a buscar entornos sociales secundarios, como clubes después de la escuela o equipos deportivos, que se adapten a esos intereses. Además, los padres deben dejar en claro a sus hijos adolescentes que pueden traer amigos a sus casas y que también pueden reunirse con sus amigos en cualquier otro lugar siempre que las condiciones sean seguras y adecuadas.
En un sentido relacionado, los padres deben entender que los años de la adolescencia son con frecuencia un momento en que los niños establecen cierta distancia de sus padres o pasan menos tiempo con ellos. Esto debe interpretarse como algo saludable y no como algo que debería preocupar a los padres o incitarlos a que reduzcan las actividades de sus adolescentes siempre que sean seguros y apropiados. Si a los adolescentes les resulta particularmente difícil hacer amigos, los padres siempre pueden comenzar programando más tiempo con la familia extendida, lo cual es algo que puede servir de guía para una red social ampliada.
Kid's Helpline sugiere que algunas de las técnicas más antiguas y sencillas siguen siendo útiles. Cosas sencillas, como animar a los adolescentes a sonreír y sentirse seguros, hacer preguntas y comenzar conversaciones, y trabajar en escuchar y estar disponibles para las personas pueden hacer mucho hacia el desarrollo de las habilidades sociales de los adolescentes y ayudarlos a ser más accesibles.