La causa exacta de la parálisis de Bell es desconocida, y algunos creen que la afección es una reacción inflamatoria a una infección por meningitis viral o herpes simple, explica el Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares. La reacción causa compresión e hinchazón del nervio facial dentro del canal de Falopio.
Otras posibles causas incluyen el herpes zoster, el virus del virus de la raíz, el citomegalovirus, el adenovirus, el virus de Epstein-Barr, las paperas, la rubéola, la influenza B, la enfermedad de Lyme y la sarcoidosis, señala el Merck Manual Professional Edition. La parálisis de Bell puede afectar uno o ambos lados de la cara, y los síntomas incluyen dolor detrás de la oreja, parálisis facial y sensación de adormecimiento y pesadez en la cara. El lado afectado a menudo se vuelve plano e inexpresivo, y los pacientes generalmente pierden la capacidad de arrugar la frente, parpadear y hacer una mueca.
La mayoría de las personas con parálisis de Bell se recuperan sin tratamiento dentro de uno o dos meses, y algunos pacientes pueden tener debilidad muscular permanente y problemas en el lado afectado, según WebMD. Las posibilidades de recuperación mejoran con los corticosteroides, que funcionan mejor cuando se toman dentro de los tres días posteriores al inicio de los síntomas. El cuidado personal en el hogar puede ayudar con la recuperación e incluye ejercicios faciales, cuidado de los ojos y cuidado de la boca. Los ejercicios faciales pueden ayudar a fortalecer los músculos del lado afectado e implican apretar y relajar la cara.