Algunos ejemplos de problemas contemporáneos son las crisis económicas, la desigualdad de ingresos y el cambio climático. Estos problemas afectan a todo el mundo y se han vuelto más pronunciados desde principios del siglo XXI.
Las crisis financieras en todo el mundo han tenido un impacto significativo en la economía global. La "gran recesión" de finales de la década de 2000 causó estragos en las finanzas de muchos países y contribuyó a las tasas de desempleo masivas. Si bien muchas economías han dado pasos hacia la recuperación, el Foro Económico Mundial informó en 2014 que las crisis fiscales en economías clave siguen siendo un riesgo importante. Muchas economías desarrolladas siguen luchando, mientras que los países emergentes han visto aumentos en el crédito, lo que podría conducir a nuevas crisis financieras.
Junto con la crisis financiera mundial, la desigualdad de ingresos se ha convertido en un tema más prominente desde principios del siglo XXI. La clase media históricamente estable se vio particularmente afectada por la Gran Recesión, incluso en países altamente desarrollados. Este lapso en la estabilidad económica puso mayor atención en la disparidad financiera entre la elite adinerada y el resto de la sociedad, particularmente en los Estados Unidos, que ha visto crecer la desigualdad en los ingresos desde la década de 1970.
El cambio climático plantea varias amenazas para la estabilidad mundial, incluida la escasez de agua, las fallas en los cultivos y el clima peligroso. Si bien muchos países han tomado medidas para combatir el cambio climático, las emisiones de gases de efecto invernadero siguen siendo un problema importante, especialmente en los países en desarrollo.
