La turquesa de piedra preciosa es valorada por muchas civilizaciones y se utiliza principalmente para la fabricación y decoración de joyas. Los usos decorativos de la turquesa varían desde adornos arquitectónicos hasta la fabricación de azulejos.
El uso de la turquesa en el arte abarca muchas culturas. En el Medio Oriente, se usaba para acentuar la parte superior de los edificios abovedados, lo que representa un significado religioso. Sin embargo, se reconoce que los nativos americanos del sudoeste son maestros en la creación de joyas de turquesa.
La tribu navajo favorece la fabricación de joyas de plata con piedras grandes que enfatizan las cualidades naturales de la piedra preciosa. Por el contrario, la tribu Zuni talla la piedra en formas para crear coloridos mosaicos. Ambos estilos son admirados y buscados por coleccionistas y entusiastas de la turquesa.
La turquesa también tiene usos espirituales y metafísicos. Ciertas culturas atribuyen poderes metafísicos a la turquesa. Algunas personas creen que la piedra preciosa les permite comunicarse con los espíritus, traer buena fortuna y curar enfermedades.
El movimiento de la Nueva Era promueve la turquesa como una piedra preciosa que puede generar energía positiva y repeler la negatividad. También se cree que mantener la piedra cerca o usarla en el cuerpo puede protegerla de enfermedades y reducir el impacto negativo del consumo de alcohol.
Los nativos americanos también atribuyeron poderes metafísicos a la turquesa y se usaba a menudo en ceremonias y rituales religiosos.