Algunos usos de la roca ígnea incluyen servir como material para edificios y carreteras. Rocas ígneas reducidas al tamaño de grava sirven como lastre para lechos ferroviarios. Las rocas ígneas también se utilizan para encimeras, contra salpicaduras y sumideros. Pueden ser tallados en obras de arte y armas.
Algunas rocas ígneas, como la lamproita, contienen piedras preciosas como diamantes y espinela. La pegmatita, una roca de grano grueso muy parecida al granito, contiene minerales y elementos útiles como el boro y el litio. El berilo y la turmalina también se pueden encontrar en la pegmatita.
El granito, una roca dura formada por magma que se ha enfriado lentamente en la corteza terrestre, es buscado no solo por su resistencia sino también por su belleza. Puede venir en colores blanco, rojo, verde pálido y azul, grises, negros y violetas. Debido a esto, es muy apreciado para la decoración del hogar y se usa para pisos, mostradores y mesas.
El basalto es la roca ígnea más común y forma gran parte del lecho marino. A menudo es negro, pero puede ser gris, marrón, verde pálido o rojo. Los antiguos egipcios utilizaban el basalto como piedra ornamental.
La obsidiana se forma cuando la lava espesa y caliente se enfría rápidamente, antes de que los minerales tengan la oportunidad de cristalizar. Esto le da a la roca una textura vidriosa. La gente prehistórica usaba la obsidiana para hacer puntas y cuchillas afiladas.