El DSM-IV enumera nueve criterios diagnósticos principales para diagnosticar pacientes con trastorno de personalidad emocionalmente inestable, también conocido como trastorno de personalidad límite, según BPD World. En general, las personas emocionalmente inestables se caracterizan por relaciones interpersonales fluctuantes que se desestabilizan rápidamente.
La inestabilidad emocional de una persona normalmente está presente en entornos variados, como el trabajo, el hogar, la escuela y en público. La mayoría de las interacciones de la persona fluctúan rápidamente de un lado a otro entre extremos emocionales en situaciones de otra manera normales, señala BPD World. La mayoría de las relaciones se consideran poco profundas, y un paciente puede mostrar conductas impulsivas.
Una persona diagnosticada con un trastorno límite de la personalidad muestra al menos seis de las nueve conductas conocidas asociadas con el trastorno psicológico, según BPD World. Un paciente puede hacer esfuerzos frenéticos para evitar el abandono real o imaginado. Las relaciones interpersonales inestables están marcadas por cambios bruscos entre la idealización y la devaluación. Alguien con un trastorno límite de la personalidad puede tener un sentido inestable de autoestima, y esta persona puede realizar varios actos dañinos e impulsivos. El trastorno límite de la personalidad se asocia con pensamientos recurrentes e intentos de suicidio. La inestabilidad del estado de ánimo dura desde unas pocas horas hasta unos pocos días.
Un paciente nota los sentimientos crónicos de soledad y vacío con el trastorno límite de la personalidad. Los intensos sentimientos de ira y paranoia también marcan este trastorno, según BPD World. Los síntomas del trastorno de personalidad límite pueden superponerse con otras enfermedades, señala WebMD. Alguien que piense que tiene un trastorno límite de personalidad debe consultar a un médico para un diagnóstico adecuado.