Ropa, juguetes, utensilios de cocina, cosméticos, jabones y pasta de dientes puede contener triclosan. El triclosan es un aditivo que evita la contaminación bacteriana o aumenta las propiedades antibacterianas de un producto.
El triclosán es un sólido blanco en polvo con posibles propiedades antifúngicas y antibacterianas. Estas propiedades lo hacen útil en una variedad de productos donde la limpieza y el saneamiento son importantes. El uso de triclosan comenzó en la década de 1970, cuando se vio ampliamente utilizado como un lavado de hospital. Ahora disfruta de un uso mucho más amplio en productos comerciales, desde juguetes hasta pasta de dientes.
Algunos debates rodean el uso de triclosan con respecto a su eficacia y toxicidad. Según un estudio de 1997, la pasta dental que contiene triclosan es mejor para prevenir la gingivitis que la pasta dental sin el aditivo. Sin embargo, hay poca evidencia de que los jabones que contienen triclosan se limpien mejor que cualquier otro producto de jabón. Además, los estudios con animales sugieren que el triclosán tiene un efecto negativo en el sistema inmunológico y que afecta el equilibrio hormonal. Al igual que con otras sustancias antibacterianas, también existe la preocupación de que el uso excesivo de triclosan produce bacterias más fuertes y resistentes a los antibióticos.
La revisión de la FDA sobre la seguridad y la eficacia del triclosan está en curso. A partir de 2015, no existe evidencia suficiente para eliminar el triclosán de cualquier producto de consumo. Sin embargo, dado que tampoco hay pruebas que sugieran que el triclosán es necesario en la mayoría de los productos, la FDA recomienda que los consumidores preocupados eviten el aditivo.