La revolución industrial ocurrió en los siglos XVIII y XIX en Europa y América. Se precipitó cuando el uso de máquinas motorizadas y otras características industriales comenzaron a transformar áreas rurales y agrarias en centros urbanos densamente poblados. Un cambio importante que se llevó a cabo fue que la fabricación de cosas, como herramientas, muebles y balas, pasó de los procesos principalmente a domicilio a la producción industrial centralizada.
La Revolución Industrial fue un período de innovación que se extendió mucho más allá de los sectores agrícola y manufacturero. También se lograron avances en las áreas de banca, comunicación y transporte, especialmente con la llegada del tren y la bicicleta. Sin embargo, este período de desarrollo industrial también fue acompañado por una enorme estratificación de clase, con trabajadores de clase baja sujetos a condiciones de trabajo horribles.