Algunos epigramas que se encuentran en "La importancia de ser honesto" incluyen: "Los divorcios se hacen en el cielo" y "Sólo los intelectuales perdidos discuten". Oscar Wilde usó estos dichos concisos y concisos para satirizar a la sociedad victoriana. El primero, por ejemplo, es un juego sobre lo que comúnmente se dice pero que se contempla de manera poco común: "Los matrimonios se hacen en el cielo". Wilde señaló que los divorcios tienden a ser un medio mucho más confiable y consistente para alcanzar la felicidad que el matrimonio.
Los epigramas son tan importantes en "La importancia de ser honesto", así como en gran parte del trabajo de Wilde, que algunos creen que su proceso de escritura comenzó con poco más que los epigramas que deseaba subvertir.
Algunos más de los epigramas de Wilde, o "Oscarismos", como a veces se los conoce, incluyen:
- "Todos estamos en la cuneta, pero algunos de nosotros estamos mirando las estrellas".
- "Aquellos a quienes aman los dioses se hacen jóvenes".
- "Nada molesta a la gente tanto como no recibir invitaciones".
- "La amistad es mucho más trágica que el amor. Dura más".
- "La forma de deshacerse de la tentación es ceder ante ella".
El único personaje en "La importancia de ser honesto" que no habla en epigramas es Cecily. A diferencia de los otros personajes principales de la obra que tienden a encarnar la alta sociedad y los valores victorianos urbanos, Cecily encarna la inocencia rural y las obsesiones infantiles.