"Our Lady´s Juggler" es la historia de Barnaby, quien abandonó su oficio de malabarismo para convertirse en monje, pero se entristeció por su incapacidad para contribuir a la vida artística y literaria del monasterio. Barnaby decidió ofrecer su talento de malabarismo a Nuestra Señora, la Virgen María, y su estatua cobró vida para él. La historia es una pequeña parábola que recomienda las virtudes de la sencillez humilde.
La vida como malabarista era difícil para Barnaby, ya que viajaba de ciudad en ciudad en Francia. Barnaby es descrito como un hombre humilde de Dios, que sufre el clima frío y otros problemas con paciencia y gratitud por lo que tiene.
Un día, Barnaby se encontró con un monje, quien le explicó que la vida monástica estaba dedicada enteramente a la alabanza de Dios y de Nuestra Señora. Barnaby le dijo al monje que con mucho gusto abandonaría su malabarismo por esta vida de devoción. El monje fue conmovido por la simple fe de Barnaby y le permitió unirse al monasterio.
Barnaby pronto se desanimó, sin embargo, sintiendo que tenía muy poco que ofrecer en comparación con los otros monjes. Tenían tantos dones y los usaban para glorificar a su Dios. Barnaby no sabía lo que podía hacer hasta que escuchó a un monje contar la historia de un hombre que no conocía las oraciones, excepto el Ave María o el Ave María. Tras la muerte del hombre, las rosas salieron de su boca, un signo milagroso de aprobación celestial de su humilde devoción.
Algún tiempo después, los otros monjes fueron a la capilla y encontraron a Barnaby realizando su malabarismo frente a la estatua de Nuestra Señora. Estaban enojados, hasta que vieron la estatua de Nuestra Señora cobrar vida y limpiar el sudor de la frente de Barnaby. Los monjes reconocieron de inmediato que los de corazón simple fueron bendecidos con un don único, lo que les permitió acercarse a Dios.