A Romeo y Julieta se les llama "amantes de las estrellas" porque su relación está destinada a terminar en tragedia. No importa qué acciones tomen Romeo y Julieta para superar la división entre sus familias en guerra, son Destinado a fracasar y sufrir desagradables consecuencias. Este concepto popular apareció por primera vez en la obra de William Shakespeare "La tragedia de Romeo y Julieta", en la que los amantes mueren después de una serie de problemas irónicos de comunicación.
A pesar del afecto apasionado, los destinos de los amantes trágicos están "escritos en las estrellas" o están predeterminados por alguna fuerza divina. En la obra, Romeo y Julieta son de las familias rivales de Montague y Capulet, que frecuentemente se involucran en conflictos públicos. Los padres de Juliet esperan casarla con un pretendiente llamado Paris, pero Juliet y Romeo se enamoran poco después de encontrarse en un banquete. Cuando los jóvenes amantes deciden casarse, conspiran con la enfermera de Juliet y el fraile Lawrence para realizar la ceremonia en secreto.
Romeo se exilia después de que miembros de ambas familias son asesinados en un duelo inoportuno. Fray Lawrence intenta ayudar a los amantes fingiendo la muerte de Juliet con una poción. Romeo no recibe la carta informándole sobre el truco y se suicida bebiendo veneno. Cuando Juliet finalmente se despierta y encuentra a su nuevo esposo muerto, se quita la vida con una daga. Las señales del desafortunado destino de los amantes aparecen a lo largo de la obra, como el sueño de Romeo de su propia muerte. Sin embargo, los personajes se comportan continuamente de maneras que provocan su propia desaparición y evitan que Romeo y Julieta cumplan su amor.