Algunos ejemplos de animales diurnos son humanos, aves, perros y gatos, ardillas, elefantes, gorilas, halcones, mariposas y abejas. Todos estos animales se consideran diurnos porque son principalmente activos durante El día y el sueño por la noche.
Los científicos generalmente están de acuerdo en que la diurnidad es un producto de la evolución. El proceso de evolución ha permitido a los animales aprovechar todos los nichos posibles; por lo tanto, algunos animales se adaptan para actividades diurnas, actividades nocturnas o actividades al atardecer y al amanecer. De esa manera, los recursos ambientales se utilizan en todo momento sin una competencia extrema por alimentos o refugio. Se piensa que la diurnidad está dictada por ritmos circadianos, que son ciclos de 24 horas de patrones físicos, mentales y de comportamiento que responden a la luz y la oscuridad en un entorno.
Algunos animales, como los perros y gatos domesticados, han cambiado sus ciclos nocturnos naturales o nocturnos para adaptarse a la vida humana. Otros, como los castores, son naturalmente diurnos pero se volvieron nocturnos para evitar la depredación excesiva durante el día.
Los animales diurnos tienen diferentes adaptaciones para su entorno. El día tiende a ser más brillante, más cálido y seco; La noche es más oscura, más fresca y más húmeda. Por lo tanto, los animales diurnos suelen tener diferentes características físicas, como globos oculares más pequeños, ya que sus ojos no necesitan capturar tanta luz como los animales que navegan por la noche.