Los factores abióticos comunes incluyen temperatura, luz, humedad y pH. En un ecosistema estándar, los factores abióticos representan cualquier elemento no vivo de ese sistema. Por lo tanto, la determinación de los factores abióticos es específica del ecosistema en cuestión.
Cada ecosistema o hábitat consta de componentes vivos (bióticos) y no vivos (abióticos) que afectan sus condiciones de vida. El impacto directo de estos factores en el medio ambiente lo define y, por lo tanto, cómo las criaturas vivas en él pueden sobrevivir.
Debido a que cada ecosistema es diferente, hay diferentes factores abióticos presentes en cada situación. Factores comunes como la temperatura del aire y las fluctuaciones de temperatura, humedad o humedad atmosférica, equilibrio de pH y luz existen en la mayoría de los hábitats naturales.
Sin embargo, existen factores abióticos adicionales exclusivos de ciertos entornos y hábitats. Entre los más importantes para los científicos a considerar están los factores abióticos afectados por factores bióticos, y específicamente la humanidad. Estos incluyen consideraciones tales como la contaminación del aire y la calidad del agua y del suelo. Si bien la naturaleza afecta estos factores, los aportes adicionales de la humanidad y su tecnología los modifican de manera impredecible que deben medirse.
También hay factores abióticos específicos de la naturaleza que afectan a algunos, pero no a todos los hábitats. La disponibilidad de agua, por ejemplo, es un factor abiótico en un entorno desértico, pero no en un océano o lago.