Las ranas venenosas tienen venenos tóxicos dentro de su piel y sus cuerpos de colores brillantes advierten a los depredadores que son venenosas. Se conocen alternativamente como ranas flecha venenosa porque las culturas nativas americanas alguna vez usaron su veneno en los dardos, según el Parque Zoológico Nacional Smithsonian.
En promedio, estos pequeños anfibios tienen una longitud de 1 a 2 pulgadas. Existen aproximadamente 100 especies. Cuentan con patrones multicolores únicos y tienen manchas o bandas que decoran su piel. Viven en las selvas tropicales de América del Sur, América Central y las islas de Hawai, pero su supervivencia está en peligro por la pérdida de hábitats naturales. Una gran amenaza en la naturaleza proviene de Leimadophis epinephelus, una especie de serpiente que ha desarrollado inmunidad al veneno de las ranas.
Las ranas dardo venenoso tienen lenguas pegajosas y una visión superior, lo que les permite encontrar y atrapar termitas, hormigas y otros pequeños insectos en el suelo. Algunas especies son inofensivas y carecen de veneno cuando están en cautiverio. Los científicos creen que las ranas en la naturaleza consumen plantas, insectos y animales específicos que desencadenan la producción de veneno.
En algunas especies, las ranas hembra almacenan de 30 a 40 huevos en una envoltura gelatinosa y la depositan en el suelo. Los renacuajos eclosionados cabalgan en la espalda de sus padres hasta que llegan a una piscina de agua segura donde pueden continuar desarrollándose.