Las semillas de amapola son venenosas para los perros. Todas las partes de la planta de amapola contienen opoides, e incluso las semillas de amapola en los rollos y panecillos para consumo humano son venenosas para los perros.
La gravedad del envenenamiento depende de la cantidad exacta de semillas de amapola que come el perro, junto con el tamaño y la edad del perro. Los síntomas varían desde pupilas constreñidas y pérdida de apetito hasta coma. Si se comen semillas de amapola, los veterinarios pueden aconsejar si es necesaria la espera vigilante o una intervención inmediata en el hospital de animales. Los perros más viejos y los cachorros tienen mayor probabilidad de sufrir los efectos secundarios más graves de comer semillas de amapola.