La contaminación del aire se puede reducir tanto dentro como fuera de la casa, evitando el uso de productos químicos o no permitiendo que el automóvil permanezca inactivo. La contaminación del aire es causada por los depósitos de gases nocivos en la atmósfera que incluyen dióxido de carbono, óxido nitroso, metano, azufre y clorofluorocarbonos, o CFC.
En el hogar, los consumidores pueden reducir la contaminación del aire al modificar las compras que realizan. El uso de productos domésticos que contienen menos productos químicos tóxicos puede ayudar a reducir los gases que se filtran a la atmósfera. El ahorro de energía del uso de electrodomésticos reduce la cantidad de combustibles utilizados para abastecer el hogar, así como la cantidad de gases que se liberan durante la producción de energía. El apoyo a la agricultura que usa menos o ningún pesticida y la instalación de purificadores en el hogar para limpiar el aire existente también son formas de respirar de manera más saludable.
Fuera de la casa, se puede hacer mucho al viajar para reducir las emisiones de gases. Se puede compartir el automóvil en lugar de conducir individualmente, y mantener los neumáticos inflados para asegurar que el vehículo obtenga el millaje óptimo de gasolina. También se pueden mantener o crear espacios verdes siempre que sea posible y plantar más árboles, ya que proporcionan oxígeno al ambiente y absorben dióxido de carbono, un importante contaminante de gases. Si es posible, es recomendable utilizar fuentes de energía renovables, como la solar y la eólica.