Algunas formas de conservar el suelo incluyen el uso de mantillo, cultivos rotativos y el control de las poblaciones invasoras de plantas y animales. Los beneficios de la conservación del suelo incluyen mejorar la calidad del aire, minimizar la erosión y mejorar la calidad del suelo.
La conservación del suelo ayuda a mejorar la calidad del agua y aumenta los hábitats de la vida silvestre, al tiempo que minimiza la erosión del agua y el suelo. Los agricultores pueden ayudar a conservar el suelo al no cultivar las tierras de cultivo para sus cultivos. Esto ayuda a mejorar la materia orgánica en el suelo, dando como resultado cultivos más saludables. También pueden reducir el uso de agua y mantener un equilibrio más saludable de nutrientes al rotar sus cultivos de manera conservadora.
Por muy improbable que parezca, iniciar incendios controlados es otro método efectivo de conservación del suelo. La quema prescrita conserva el suelo al controlar las enfermedades de las plantas, mejorar los hábitats de la vida silvestre y mantener los sitios ecológicos.
El manejo adecuado de los hábitats de vida silvestre conserva la biodiversidad en varios niveles diferentes. Ayuda a mantener alejadas a las especies invasoras que pueden agotar un ecosistema de nutrientes vitales. También ayuda a permitir que las plantas nativas crezcan en un área, creando nutrientes para el suelo.
El mulching ayuda a prevenir la erosión del suelo y dificulta que las malezas crezcan en un suelo por lo demás sano. Ayuda a mantener la humedad del suelo, lo que mejora su calidad general.
Todas estas técnicas requieren tiempo y paciencia, pero proporcionan grandes beneficios para el medio ambiente.